Pero regreso como un dolor, ya no como una autoflagelación. Un dolor que me llena y que descargo en los demás cuando llego a mi limite, sin importar inocentes o culpables lastimo, es algo incontrolable, es como ser poseído por algo mas que me impulsa a descargar mi ira, cegado por este odio. Algo antihumano me invade, no creo que sea malo, pero se que no es bueno, busco venganza a mis enemigos y a los que me hirieron, quiero que el mundo pague por todo el mal que genera, los humanos son seres despreciables a quienes no me importaría exterminar.
Dicen que la vida es un balance, incluso en la naturaleza hay equilibrio, yo creo que nunca hubo y que todo siempre fue un caos, incluso los animales y plantas solo buscan sobrevivir, a nadie le importa el de su lado a menos que esto le convenga o le sea útil, incluiría a la religión en esto pero no valdría la pena ya que hace tiempo están vencidos por si mismos, metería a Dios en esto pero se que si existe poco o nada le importa lo que pienso, esto es solo una forma de expresarme y no se si sea leído, por lo menos a la mitad, la nota me importa ya que no quiero morir y si voy a vivir tengo que aceptar que mi simpe existencia genera destrucción, poco hará hablar con alguien de esto ya que pocos lo entenderían y menos irían mas haya de mis palabras, seguramente dirían: “deja de quejarte”, “la vida es linda”, etc… lastimosamente no les creería, pero bien por ellos que prefieren vivir una linda mentira a saber otras realidades, como algunos piensan que es mas feliz un campesino ignorante que no se aflige que alguien que piensa y no descansa hasta encontrar lo que busca. Para evitar estos sentimientos tengo que ocuparme en algo, y lo hare.
miércoles, 22 de julio de 2009
El Rencor, por Ramiro Rico
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